Sábado 17 de abril
Sábado de la 2ª Semana
CUANDO JESÚS SE PRESENTA
Muchas veces a los hombres las cosas les van mal. A unos les falla la salud, a otros la economía y los amigos, a otros la paz interior y el equilibrio y la limpieza de su corazón. Y muchos no encuentran remedio para sus males y problemas. Acuden angustiados a que les ayuden personas sin medios, sin poder ni soluciones. Algunos podrían dar soluciones parciales, pero se abstienen de mezclarse en los asuntos de los otros. Hasta en la Iglesia de Cristo se presentan los problemas y las dificultades.
Los discípulos de Cristo estaban en medio del lago y con noche cerrada (Jn 6,17), cuando se presentó la tempestad, se encrespó el lago y el viento rugía (Jn 6,18) con peligro de que se hundiesen (Jn 6,19) antes de llegar a la orilla. Cuando Jesús se presenta andando sobre las aguas agitadas de nuestros problemas, muchos se asustan y temen; pero sólo cuando Jesús entra en nuestra vida y en nuestras barcas, las tempestades comienzan a tener solución: "Jesús se acercó a la barca, caminando sobre el lago" (Jn 16,19) y la tempestad cesó y "la barca tomó tierra enseguida" (Jn 6,21). "El libra nuestras vidas y nos reanima en tiempo de hambre" (SI 32/33,19).
Cuando en la primitiva Iglesia de Jerusalén comenzaron los problemas y "no se atendía a las viudas de lengua griega" (Hch 6,1), los apóstoles demasiados ocupados con la oración y la enseñanza, no podían atender debidamente al servicio, Pero, al acudir a Jesús, llegaron las soluciones del Señor y se eligieron a los siete primeros diáconos (Hch 6,3.5) y el problema desapareció.
Jesús: danos tus soluciones para nuestros casos desesperados y sin humana solución. Ven a nuestras vidas y a nuestras pruebas, a nuestros temores y a nuestras muertes, como nuestro Salvador y liberador. Llega a nuestras noches cerradas como luz; llega a nuestras tensiones como paz, a nuestras falsedades como Palabra que da certeza, a nuestras divisiones como unión, a nuestras muertes como Vida, a nuestros miedos como fortaleza y seguridad, a nuestros vacíos como plenitud y a nuestra humanidad abatida como Dios. Amén.
"Yo soy; no temáis. Cuando todo vaya mal, seguid confiando en Mí. Yo os sacaré de los lazos de la muerte y de la fosa profunda. Yo camino a vuestro lado, Miradme clavado en vuestras cruces, tan unido y tan cercano a vosotros".
"El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B - Ceferino Santos S.J.